Este texto ofrece un estudio profundo sobre el pensamiento de Hannah Arendt, articulado a partir de la pregunta fundamental: “¿Qué es pensar?” y su relación con la vida en común. A lo largo de sus capítulos, el libro analiza cómo la experiencia personal de Arendt —particularmente su vivencia bajo los regímenes totalitarios alemán y soviético, así como su relación con Martin Heidegger— moldeó sus ideas y la llevó a cuestionar críticamente la tradición filosófica occidental.